Recibimos a los invitados con gorros safari y los invitamos a montar el elefante mecánico.
Tambien jugaron al safari con unos coloridos binoculares, y se protegieron contra la malaria con unas deliciosas pildoras de garrapiñada de colores.
Todas las mesas estaban decoradas con animalitos de la selva y cartelitos de animal print.
La comida de los niños fue servida en Lunch Box Safari, unas simpáticas y coloridas cajitas con la colación de los exploradores.
La torta de cuchuflies con los animales de la selva y un jeep muy femenino. Repleta de brochetas de marshmallows.
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